Mejor que no
Cuál
será mi destino una vez que me muera?
Si se sigue viviendo fuera de nuestra esfera,
qué morada me espera? quién será
compañía?
existirá la noche o es todo un largo día?
podré escribir mis versos, componer melodías?
Al no tener
fronteras, no debe haber lenguajes,
con almas homogéneas habrá monotonía,
si todo es previsible no existe la sorpresa.
Y yo aquí en mi pieza, de pie,
frente al ropero...
Mejor vuelvo a su caja al viejo compañero
no sea
que se enfade y me haga un agujero.
-
Vergüenza
A
veces recordando algunos actos
que supe realizar tiempo pasado,
me encuentro totalmente avergonzado
sin comprender
por qué me fui de lado.
Yo siempre me he sentido buena gente
y hoy sin embargo lo veo diferente,
me parece mentira
que haya sido
responsable de ciertos desatinos.
-
Afortunadamente
Afortunadamente
no acumulo rencores,
los escasos que cargo
procuro sepultarlos.
Disfruto plenamente
la ilusión de este día
y las cosas pequeñas
que me cedió la vida.
Voy intentando honrarlas,
hacerlas merecidas,
aunque a veces encuentre
un túnel sin salida.
En fin,
soy un empedernido
soñador y lo digo:
sin ti
no existe amor,
pues mi amor es contigo.
-
A1 - Tocado
Yo
siempre fui un bohemio
que puso mil empeños
en cabalgar sus sueños
(hasta los más pequeños),
que disfrutó
la vida
y destapó su herida
sin ocultar el llanto;
no me importaba tanto
el voto de la gente
pensando
diferente,
no cambiarían mi rumbo.
Y así de tumbo en tumbo
deshojé el calendario
sin mayor comentario.
Hasta
hace algunos días
mantuve mi alegría,
a veces reprimida
en otras desmedida,
pero hoy es diferente:
tengo
un dolor latente
que me perfora el alma,
ya no tengo más calma;
son muchos los motivos
de este penar que vivo
y no se como ha sido.
Hoy me siento tocado,
no quiero ser hundido.
***
AÑO 2002
-
Utopía
No
me pidas mesura,
mi amor es vendaval.
Estoy en el preludio
de ultrajar mi orfandad
y quiero emborracharme
del cielo que me das.
Esta presunta dicha,
insensata tal vez,
tardía, temeraria,
hoy quiero inagurar;
abandono el patíbulo,
embargo mi oquedad,
subordino mi vida
al sueño que me das.
Utopía, me dices?
esperanza
quizás!
-
Charlando con mi corazón
Che corazón..! la cosa viene mal.
Mirá que la pasamos... Te acordás?
Desencuentro de amores, pérdidas
definitivas, bolsillos flacos, alguna enfermedad -de las que duelen- en gente de mi sangre o amistad, telegramas fatídicos,
corruptos, milicos...
Que se yo... ni me quiero acordar.
Pero es distinto hoy ¿No corazón?
Por más que abro bien
los ojos y pinto de confianza mi mirada, no veo ni una mísera luz que alumbre la esperanza de conquistar al más ingenuo de
mis sueños.
Acostumbrado a luchar -y tu lo sabes- hoy me quedé sin ganas, agobiado.
Ya no lloro por el beso, la canción,
la sonrisa, el verso que me toca, ahora lloro por nada y vos lo hacés conmigo.
Por nada dije? Je!
Hasta cuándo aguantaremos
viejo?
Sabés? Me estás doliendo y es culpa mía, que no puedo cuidarte del modo en que es debido.
Que bronca corazón!
Yo la pensé distinta, la procuré mejor, intenté que mi vida transcurriera feliz y ya ves: me he quedado sin alegría, gris,
renegando con vos. Justo con vos, que sos el mayor laburante, el más noble y sufrido.
Bancame corazón... hasta que puedas.
-
Un Carlitos
Carlitos,
el viejo payaso, se levantó ese día como todos los días, con la piel arrugada y las ganas intactas; en la fría mañana ejecutó
la vida que nadie le conoce, la de un simple Carlitos.
A medida que transcurrían las horas, repasaba mentalmente los textos
de la función que ya se avecinaba.
Repasar es un modo de decir, ya que el acto era una parte de sí: disfrazaba de color
su alma para poder mostrarla sin tapujos.
Llegó el momento. Sentarse frente al espejo manchado por la humedad, encender
la única y modesta lamparita, pintarse una sonrisa, alegrarse la mirada, ponerse esa nariz tan bonachona, la ropa, los zapatones,
ensayar por última vez alguna morisqueta...al ruedo!
Asombrado, descubrió que el público no estaba como siempre ¡Si hasta
lo silbaban! A ver... ¿Qué está pasando? Empleó otras palabras, revolvió mil ideas, desempolvó su historia, pero todo era
en vano.
¡Qué absurdo fue ese día! ¡Qué estúpida ironía! Justo Carlitos, que está para alegrar (sin que le importen sus
penas)... Se sacó la nariz y esa gorra ridícula. Agachó la cabeza para que nadie viera a un payaso llorando en medio de la
arena.
Terminó la función, hoy ganaron las fieras.
-
Perro viejo
Tengo
la piel con remiendos / avejentada y sin brillo
como esos cimarrones
que desvisten sus andanzas / en negras cicatrices
al igual que ellos / no aprendo
podré ser un poco más cauto
alguna nueva maña
pero llegado el momento
voy a pelear de nuevo
aunque está confundiendo / a una estrella
con la luz que ilumine mi vida.
-
En alquiler
Cuatro
ambientes
con bastante humedad
ubicado en el centro
crucial de mi ciudad
con buenas avenidas
para poder
llegar
(quizás algo ruidoso
encuentres al lugar)
Ya tiene varios años
pero mantiene igual
a costa
de cuidados
su aspecto original.
Es cálido y seguro
no hay deudas por pagar
y lleva mucho tiempo
vacío
y sin morar.
Es por este motivo
que quise publicar
un aviso en los diarios
(qué pierdo en intentar?)
..."Dispongo
un cuatro ambientes
pintado de carmín
lo alquilo sin contrato
desde hoy hasta el fin".
-
Melancolía
Esta
melancolía tan llena de repliegues
densa y muda / no abandona mi ruta.
En cada instante de dicha / aletarga
se
esconde en la sinuosidad
de la felicidad inexplicable,
migra / como las golondrinas
sabe regresar.
Su verano
/ mi invierno
volverán a encontrarla
sin adjetivos
fecunda como siempre.
-
Cuatro de copas
No se si me merezco este presente,
si en mi historial
cada trayecto recorrido,
fue motivante de
las horas
que hoy me tocan.
De ser así, estoy seguro,
no pagué el alquiler
para estar vivo.
Porque
para sentir
como lo siento:
clavado el corazón
con tu abandono,
cargada de espesuras
cada hora
que
pasas a mi lado
y dos ojos de vidrio
por mirada,
debí valer muy poco,
posiblemente nada.
-
Zapatos
Acostumbrado
(como estoy) a mis errores
en esto de elegir por cual camino
largarme a transitar, he decidido
olvidarme de ser
quien condujera
el rumbo de los pasos que me llevan
a la estación siguiente y sin dudarlo
he hablado firmemente
a mis zapatos:
"les paso el testimonio, yo los sigo
determinen ustedes el sentido,
el rumbo y la deriva que supongan
nos lleven a un lugar más placentero"
Eso sí, aconsejo
"No me fallen,
recuerden que si tienen un agujero
soy
yo quien paga el costo al zapatero"
-
Globo pinchado
Vuelvo de donde nunca llegué a ir,
el billete que tenía era más falso
que la felicidad absoluta,
pero
confiado,
a bordo de mis ganas
me vendieron (y compré)
todas las baratijas
que sobraron de la conquista americana.
Y lo peor
es que seguramente,
en las próximas horas,
alguna voraz oficina impositiva,
conminará a
que pague
por lo que jamás
alcancé siquiera ver.
-
Rutina
Me
levanté temprano
(como todos los días)
una ducha / afeitarme
café doble apurado
descorrer las cortinas
para
espiar el clima
saludar a la perra
salir/llave/me marcho
como todos los días.
Colectivo colmado
media
hora y llegamos
ponerme la careta
comisura hacia arriba
atender a la gente
ser un tipo educado
como todos
los días.
Ha llegado la noche
extinguiendo otro día
la rutina de vuelta
voy borrando los pasos
puerta/llave/la
perra
el sillón que me espera
acompañado y solo
como todos los días.
-
Reproches
Mirando
atrás no todo es bueno.
Es lógico así sea / sino estaría feliz
y no me siento contento en estas horas.
Reprocho
mis errores y me culpo
de las baldosas flojas que he pisado,
de aquellos sentimientos maltratados
aunque la pena
fuera compartida.
No puedo comprender como he llegado
a malgastar la luz / que no retorna.
Ahora que es otoño
y no he juntado leña,
después de haberme despertado
de la abstracta mayoría de mis sueños,
sólo me quedas tú definitivamente
y no quiero perderte.
-
Pelear por algo
Todos tenemos en la vida
al menos, una fantasía cercana a la esperanza.
Estrella lejana que miramos
sonrientes,
trocito de dicha que pedimos prestada
en el balcón de nuestras ansias.
Y confiamos en ella
como
creemos en la sangre que nos nutre
por más que nos asuste el verla.
Tratamos de acercarla a tierra firme
aunque
generalmente,
el consejo de ancianos residente
opine en disidencia.
De mi parte,
continuaré amparado en
mis reclamos
pedaleando ilusiones
en esta bicicleta de los días.
Si llego hasta la meta de mis sueños,
podré
pasar la posta.
Siempre hay escépticos mutando.
Si el final se me escapa del libreto,
si todo se derrumba...
Hurgaré en los escombros
buscando todo aquello que me sirva
para empezar de nuevo
este pelear por algo.
-
Formación
Me
educaron:
respetar los mayores
saludar sin hipocresías
escuchar la opinión recibida
cumplir la palabra empeñada
pronunciar las gracias que se deben
valorar el plato de comida
reconocer cada porción de dicha
dignificar
la chance de estar vivos
edificar de a poco mi futuro.
Después comprendí
donde me habían dejado.
-
Súbita
Si
mañana yo diera
mi saludo final
y debiera viajar
al próximo lugar
de la historia que hay
pensada para
mi...
Si esto se diera así,
al menos no tendré
la ocasión de sufrir
discutiendo el por qué
me tocó
-justo a mi-
empacar y partir.
No habría que convidar
los trozos del pastel
que conforma mi haber,
simplezas
a granel:
la carpeta con versos
que alguno ha de leer,
mi libro de canciones
(reseña de crecer)
la guitarra
emparchada
y algunas cosas más
valuadas solamente
para mi intimidad.
Si mañana marchara
sin aviso
anterior,
supongo que sería
mi único temor
no haber aprovechado
el inmediato ayer,
para contarte cuanto
alcanzó mi querer.
-
Te interesa saberlo?
Te quiero de la forma más sincera
que se puede querer, con el izquierdo
y disimulo tu ausencia en el
recuerdo
para ocultar el tiempo de la espera.
Hoy, si mi soledad es la manera
obligada a vivir porque te pierdo,
intentaré pensar que no me acuerdo
que fuíste de mi otoño primavera.
La vida es siempre así, inesperada,
no
puedo disputar contra el destino.
Aunque de nada sirva lo que digo
recuerda que mi sueño está contigo,
cualquiera
sea el lugar en tu camino
allá estará mi amor, aquí la nada.
-
Trío
Tu
te llevaste mis mejores voces
y compartiste los sueños mayores,
has conocido muchos sinsabores
que detenían la
dicha y los precoces
momentos de ternura que, veloces,
pretendieron convertirse en albores:
terminaron sufriendo
los dolores
que siendo compañera bien conoces.
Te supe libertad y carcelera,
caudal a desbordar a una represa,
realidad desgarrante o la alegría
que quiso alimentar mi fantasía.
Hoy sigues como siempre: bella, ilesa,
acompañándome
donde yo fuera.